Casi siempre confiamos en haber tomado la decisión correcta, inconscientes de cada una de esas elecciones. Ellas dirigen nuestros pasos en una dirección, convirtiendo nuestra vida en un continuo salto al vacío.
Imaginemos por un momento un día normal. Desde que nos levantamos estamos haciendo elecciones inconscientes ¿Qué desayunar? ¿Que ropa me pongo? ¿Cómo voy al trabajo? (bueno, si vives en España, tal vez esta última no tengas que hacértela) ¿Con que compañeros hablo? ¿Como me tomo la petición de un superior? ¿Con quien voy a comer? … Si te paras a pensarlo en un día normal tomas miles de elecciones que condicionan como será tu día, que conforman tu presente-futuro a corto plazo … y a largo plazo también. Cada decisión te empuja por un camino distinto desechando futuros alternativos casi a cada minuto … pero que pasaría si pudieras vislumbrar que hay al final de esos otros caminos, ¿condicionarían tus elecciones? ¿Dónde quedaría tu libre albedrío? ¿serías liberado o condenado?
Tal vez sólo exista una persona que pueda contestar a tus preguntas.
Esta es su historia.
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.